Y entonces abres los ojos y te das
cuenta de que en la vida real no se
dicen esas frases de película, que nadie
cruzaría un océano para abrazarte
cuando tengas frío, que las historias de amor sólo existen en canciones,
que las personas dicen mentiras, que
siempre será más fácil perdonar que olvidar
y que las cosas nunca vuelven a ser
lo mismo.