jueves, 16 de mayo de 2013

Empezamos hablando un día así, sin sentido, poco a poco pasaban los días y hablábamos más y más, llegó un punto en el que hablábamos las veinticuatro horas del día y no nos cansábamos, tres horas sin hablar con vos eran demasiadas, todo iba perfecto, parecía que nada podía salir mal, empezamos a tontear y a decirnos cosas bonitas cada vez que podíamos, éramos los dos muy románticos, aunque muchas veces intentábamos hacernos los duros. Empezamos a decirnos "te quiero", supongo que lo sentíamos. Comencé a darme cuenta de que no podía vivir sin vos. Y bueno, simplemente me enamoré.