sábado, 10 de agosto de 2013

Caí innumerables veces y aún así, en cada una de ellas supe levantarme. Lloré  hasta quedarme sin lágrimas y aún así no olvidé como sonreír. Me hicieron daño hasta llegar a sentir el corazón roto en mil pedacitos, pero después reconocí que eran simples razguños. Callé cosas por miedo a hacer daño a alguien y al final me destruyeron sin importarles nada. Y a pesar de todo sigo adelante, sin importar cuantas veces caiga siempre me levantaré.