En muchos
hospitales, cuando internan a las personas, les ponen una muñequera de plástico
blanca con sus nombres. También hay otras de otros colores, por ejemplo las rojas se le ponen a los muertos.
Existió un
cirujano que trabajaba todas las noches en un hospital. Él habia terminado una
operación y estaba yendo al sótano. Entró al elevador, y había una mujer
dentro. El cirujano habló con esta mujer por un rato, cuando la puerta del
elevador se abrió: había una mujer
esperando. Rápidamente, el
doctor cerró las puertas del elevador y presionó el botón que llevaba al piso más alto.
Sorprendida,
la mujer le pregunto porque había cerrado la puerta. El doctor le respondió: "A esa mujer la operé hace unas
horas, murió durante la operación. ¿No viste la muñequera roja que llevaba
puesta?".
La
mujer sonrió, levantó su brazo y dijo: "¿Una
como ésta?".