Lo ví y sonrió, fue inevitable enamorarme, fue su
indescriptible mirada que aún sin nada que decir me llevó a otro mundo; nos
conocimos, juró quererme, moría por verlo, dejé amistades, actividades y todo
lo que evitara verlo, fue locura, fue amor. Fue
tan rápido ese amor como rápida su despedida, no lo aceptaba, era mi vida,
era mi todo, pero también fue inevitable verlo partir. Llorar, reír y volver a
sonreír fue todo lo que pude hacer. Conseguí otra ilusión, daba todo por mí y
aunque no lo amaba con locura como a él, era feliz; con el volví a soñar. Aquel
viejo amor volvió, me enredó y por el acabé mi relación: fui una tonta, el
volvió a partir.
Perdí
un gran amor, todo por una vieja ilusión, no
cometas el mismo error, quedate
con la persona que haga TODO por verte feliz.