lunes, 14 de julio de 2014

Ríete de la noche,
del día, de la luna,
ríete de las calles
torcidas de la isla,
ríete de de esta torpe
muchacha que te quiere,
pero cuando yo abro
los ojos y los cierro,
cuando mis pasos van,
cuando vuelven,
niégame el pan, el aire,
la luz, la primavera,
pero tu risa nunca
porque me moriría.