Tu recuerdo es mi
más dulce tortura. ¿Sabéis de esos
venenos que son a la vez antídoto? Pues tu recuerdo es algo así, me cura y
me daña, me hace feliz y me hace llorar. Recuerdo esas tardes que pasábamos a
solas que ya no volverán, porque ya no volverás. Durante mucho tiempo pensé que
te había conseguido olvidar, pero no, no hay nadie que pueda sustituirte, y no
sabes lo que me jode. Me jode que desde que te largaste, no he podido besar a
nadie sin desear que en realidad fuesen tus labios. Jode ver que me cambiaste por amores de un rato, que
te podrán hacer feliz durante un tiempo pero no te darán esas caricias y ese
amor verdadero que yo te daba. Dicen que aquí quien pierde eres tú, pero aquí
perdemos los dos. Perdemos tantos momentos, aquellos días de verano en la playa
con tus besos con sabor a sal, aquellas tardes en mi cama recorriendo tu
espalda donde en cada lunar de tu cuerpo dejé un "te amo" escrito con
mis labios. Extraño esa sensación de ir de tu mano, de hacer cualquier tontería
y oír tu risa. De que mi ropa huela a ti
y llevar tu foto como fondo de pantalla en mi teléfono. Se que buscas y no
encuentras la razón para no volver. Yo es que sin ti y sin tu risa, te juro que
no existo y me da igual lo mal que lo hemos pasado, sólo importa que te extraño. Extraño quedarme hasta
tarde hablando por Whatsapp, de que me acompañes hasta mi casa. No te imaginas
lo que te hecho de menos y lo que me
mata día tras día tu puto recuerdo.