jueves, 24 de julio de 2014

Tu recuerdo es mi más dulce tortura. ¿Sabéis de esos venenos que son a la vez antídoto? Pues tu recuerdo es algo así, me cura y me daña, me hace feliz y me hace llorar. Recuerdo esas tardes que pasábamos a solas que ya no volverán, porque ya no volverás. Durante mucho tiempo pensé que te había conseguido olvidar, pero no, no hay nadie que pueda sustituirte, y no sabes lo que me jode. Me jode que desde que te largaste, no he podido besar a nadie sin desear que en realidad fuesen tus labios. Jode ver que me cambiaste por amores de un rato, que te podrán hacer feliz durante un tiempo pero no te darán esas caricias y ese amor verdadero que yo te daba. Dicen que aquí quien pierde eres tú, pero aquí perdemos los dos. Perdemos tantos momentos, aquellos días de verano en la playa con tus besos con sabor a sal, aquellas tardes en mi cama recorriendo tu espalda donde en cada lunar de tu cuerpo dejé un "te amo" escrito con mis labios. Extraño esa sensación de ir de tu mano, de hacer cualquier tontería y oír tu risa. De que mi ropa huela a ti y llevar tu foto como fondo de pantalla en mi teléfono. Se que buscas y no encuentras la razón para no volver. Yo es que sin ti y sin tu risa, te juro que no existo y me da igual lo mal que lo hemos pasado, sólo importa que te extraño. Extraño quedarme hasta tarde hablando por Whatsapp, de que me acompañes hasta mi casa. No te imaginas lo que te hecho de menos y lo que me mata día tras día tu puto recuerdo.